miércoles, 9 de junio de 2010

El María Cristina, un monumento a la música


El edificio destaca por su decoración pictórica y fue construido en 1871 sobre los restos de un monasterio franciscano del siglo XV. La Junta declara monumento el antiguo Conservatorio de la capital.

Hace justo un año se quitaba algunos siglos de encima con su reinauguración tras una profunda restauración que, entre otras recuperaciones, rescataba la valiosa y singular decoración pictórica de sus salones. El Antiguo Real Conservatorio María Cristina, sede la Sociedad Filarmónica de Málaga y recuperado para la música por la Fundación Unicaja, recibió ayer la categoría de monumento tras el acuerdo del Consejo de Gobierno de la Junta de inscribir el inmueble en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
Aunque la música es lo que lleva sonando entre sus paredes los últimos cien años, su fundación se remonta cerca de seis siglos cuando se creó como convento franciscano de San Luis el Real al que la Sociedad Filarmónica de Málaga se trasladó en el 1884. Su entonces director, Eduardo Ocón, le dio un impulso con la creación de una escuela de música. Desde entonces, para los malagueños, aquel edificio del siglo XV siempre sería conocido como el Antiguo Real Conservatorio María Cristina. El mismo que la Caja de Ahorros de Ronda salvaría de la ruina en 1975 a cambio de quedarse con la propiedad de este edificio que, antes de monumento, ya fue declarado Bien de Interés Cultural.
La nueva catalogación llega en un momento de esplendor para el inmueble, ya que la Fundación Unicaja invirtió 3,5 millones de euros en restaurar el histórico edificio de la Plaza de San Francisco, hoy rebautizado como Sala María Cristina.e
Ubicado en la plaza de San Francisco, uno de los espacios fronterizos de la ciudad intramuros, el inmueble conserva del antiguo monasterio la primera crujía, la capilla y la torre gótico-mudéjar (restaurada en 1975).
El más representativo
El espacio más representativo es el denominado Salón de Conciertos, situado en la antigua capilla del cenobio. Sus muros presentan una decoración clásica, mediante la alternancia de pilastras corintias con paneles sin decorar, y el techo consta de tres partes con pinturas: en la central se dispone la escena de 'La coronación de Dante', de Joaquín Martínez de la Vega, que también firma en el lateral 'La Aurora', mientras que al otro lado se puede ver 'El tocado de Venus', de José Denis Belgrano.
Otras dependencias de valor artístico son el Salón Mudéjar, amplio espacio cuadrangular con techo artesonado de tableros policromados, y el Salón de los Espejos, cuyo techo está decorado por una gran pintura que representa la alegoría de la música, de Javier Cappa.
Junto con el edificio, el decreto de inscripción en el Catálogo del Patrimonio Histórico protege 22 bienes muebles, datados su mayoría en la segunda mitad del siglo XIX y entre los que se incluyen pinturas al óleo sobre cristal y lienzo, consolas, lámparas, espejos y otros muebles.

Fuente: Diario Sur - Foto: Salvador Salas

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