sábado, 18 de abril de 2009

Personajes de Málaga: Rafaela Aparicio


En estos días Málaga se viste de cine y que mejor que recordar a una figura que ocupo las pantallas durante muchos años. Rafaela Aparicio.
Rafaela Díaz Valiente nacio en Marbella el 9 de abril de 1906,era hija de un piloto de la marina mercante cuyas inquietudes empresariales en el mundo taurino y teatral determinarán el destino de su hija, quien pasaría buena parte de su infancia entre bambalinas.
Su gusto por la interpretación no le impedirá estudiar magisterio, una profesión que combinará durante los primeros años de su juventud con su carrera de actriz. Así, al acabar sus estudios, se incorpora a la compañía de Manuel Benito Arroyo y recorre Andalucía. La maestra Rafaela pasa en 1935 su primera experiencia cinematográfica: forma parte de la figuración de la película Nobleza Baturra, dirigida por Florian Rey. Su rostro aparece mientras Imperio Argentina canta “El carretero”.
En la década de los treinta, conoce al actor Erasmo Pasual, compañero con el que compartirá la pasión por el teatro. Las intervenciones de Rafaela en el cine –donde explotará su vis cómica– serán breves durante años: bordará papeles secundarios, en las décadas de los 50 y 60.
No será hasta 1964 cuando pueda interpretar un papel importante. Fernando Fernán Gómez
la elige para dar vida a Paquita Vidal, una niña-mujer grotesca, esperpéntica y anclada en una infancia patológica, en El extraño viaje.
La popularidad le llega gracias a la televisión. Pero su papel como entrañable sirvienta en La casa de los Martínez (1967) será al mismo tiempo una catapulta (la serie gozará de un enorme éxito) y una cárcel: a partir de ese momento las ofertas que le llegan son papeles de criada en esas historias asainetadas y seudoeróticas de la época del «destape».
Rafaela se convierte a ojos del público en el símbolo de la mujer andaluza, ingeniosa y alegre,
imagen que no puede cambiar hasta que en 1972 Carlos Saura se fija en ella.
La primera oferta del cineasta es para que intervenga en Ana y los lobos.
Siete años después, le ofrecerá un verdadero reto interpretativo: el papel principal en Mamá cumple 100 años. Rafaela borda el papel, dándole un carácter agrio y arrebatador que sorprende a sus seguidores y convence a todos. Su interpretación será recibida con gran éxito por parte de la crítica y el público.
En 1989, vuelve a interpretar a una abuela trastornada, rebelde y deslenguada en El mar y el tiempo, de Fernando Fernán Gómez. Este papel la hará merecedora de un premio de honor de la Academia de Cine. En 1991, recibe el Premio Nacional de Cinematografía por su trayectoria (120 películas), pero eso no significa que ella deje de actuar.
Un año antes de su muerte, será un Dios, envuelto en nubes y tocado con una extravagante permanente, en Oh, cielos, de Raúl Franco.
Murió el 9 de junio de 1996 en una residencia de ancianos de la Piovera - Madrid, a los 90 años de edad.

Fuente: www.munimadrid.es