jueves, 11 de junio de 2009

Picasso, el desnudo como arte


La Casa Natal repasa una de las facetas más recurrentes en la trayectoria plástica del pintor malagueño a través de una exposición compuesta por dieciséis grabados.
Fue una de las constantes de la trayectoria creativa del genio. Este ´invento´ de los griegos, el desnudo, fue para Picasso no un tema sino "una forma de hacer arte". La Fundación Picasso analiza a través de dieciséis obras de las colecciones de la Casa Natal esta temática tan presente en la producción artística del creador malagueño.La exposición ´Picasso: la verdad del desnudo´, que podrá visitarse hasta el 15 de noviembre, ofrece un recorrido por el desnudo en la obra gráfica del artista entre 1947 y 1973. La directora de la Casa Natal, Lourdes Moreno, explicó que el tema del desnudo ya está presente en el verano de Picasso en Gósol (Lérida), a principios del siglo XX, y también en las ´Señoritas de Avignon´, mientras que en la etapa cubista es "menos perceptible", para después regresar esta temática en la época clásica. Moreno observa que más que una evolución de esta temática, Picasso realizó una diferente utilización del desnudo, "diversos tratamientos de esa forma de arte": "En Gósol hay una investigación del cuerpo que le lleva a la creación del cubismo. Para Picasso, el cuerpo humano es uno de los objetos más importantes, y el femenino especialmente", añadió. Así, en la exposición se pueden ver obras de un dinamismo pleno de equilibrio imposibles, como ´Danzas´ (1954) o un homenaje a Delacroix con ´Mujeres de Argel´ (1954). En otras, aparecen escenas en las que se unen el desnudo y la máscara, como ´El viejo rey´ (1959), en un juego entre el ocultamiento de la identidad y la exhibición del cuerpo. Moreno afirma que con los grabados ´Modelo reclinada´ y ´El taller del viejo pintor´, Picasso recurre a la idea del espejo para introducir la idea de una imagen dentro de otra imagen, con lo que se duplica de forma ingeniosa desde el propio grabado la situación del espectador. Y vuelve a suceder este mismo planteamiento en las obras que cierran la muestra, en la que la figura sombría de la Celestina acecha el esplendor de los cuerpos.
Fuente: A. Guillén - La Opinión de Málaga - Foto: Javier Albiñana

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