jueves, 16 de abril de 2009

Aquel sonido de aquella Málaga

De Los Gritos a Efecto Mariposa hay toda una montaña rusa de sonidos que dejaron su huella en Málaga. Cinco décadas de pop y rock con bandas que en ocasiones dieron el salto al mercado internacional, que hoy permanecen en la memoria colectiva de algunos y en el olvido de muchos otros. Con idea de rescatar su valía, Javier Ojeda, cantante y vocalista de Danza Invisible, prepara ahora la publicación de un libro que glose la música puntera en la provincia (dejando a un lado flamenco y copla) desde los años 60 hasta el presente. Desde el Instituto Municipal del Libro se han comprometido a editarlo.El músico se encuentra ahora en la segunda fase del trabajo, escuchando y escribiendo las claves de los 70 y recopilando contactos y discos de años posteriores. En julio prevé terminar la redacción de textos y no será hasta el año que viene cuando vea la luz en el mercado.La idea de emprender esta aventura literaria surgió un buen día cuando Ojeda coincidió con el periodista y experto musical Luis Clemente con motivo de la preparación del programa de Canal Sur La calle de en medio, en el que participa el cantante malagueño. Intercambiaron opiniones sobre un músico que militó en el grupo de los 60, The Brisksy y a Ojeda le vino la idea a la cabeza. "Pensé qué sería interesante escribir una historia sobre el pop y el rock de Málaga, que nadie ha hecho", comenta. Ahí comenzó su trabajo de campo, documentándose y localizando a músicos como Los Íberos "que no sabía que eran tan buenos", apostilla. De ahí a Los Gritos y grupos similares, para detenerse en los 70 con un imprescindible, Tabletom, o con la propia Marisol "que hizo pop de todo tipo y hasta cosas rockeras", recuerda. Llegados a los 80, el nombre de su banda, Danza Invisible aparece casi por inercia en la memoria de Javier Ojeda. El rescate de su música y de todos los trabajos que rodean al grupo correrá en este caso a cargo del periodista Manolo Bellido. Cuando llegue a los años 90 Ojeda le dedicará un apartado extenso a grupos como Efecto Mariposa y Chambao, "que para mí hace más pop que flamenco", matiza . Y así hasta llegar al sonido actual. Un trabajo arduo al que su autor le dedica buena parte de su tiempo libre, entre actuación y actuación. "Se tarda mucho más en localizar a los músicos y en escuchar la discografía que en escribir", confiesa. Y entre rastreo y rastreo, se ha topado ya con algún hallazgo inesperado. "No sabía que la música de Princesa, la canción de Sabina, la había compuesto un malagueño, Juan Antonio Muriel", apunta. El autor del libro desconocía también la relevancia que tuvo en los 70 "ese movimiento andalucista de cantautores como José María Alonso, Pepe Umbral y el propio Juan Antonio Muriel, para mí el mejor", sostiene. En esta etapa la revolución que supuso Tabletom responde -a su juicio- a un argumento de peso. "Fueron los más modernos, inventaron el rock surrealista malagueño, mucho más salvaje", explica. A su supervivencia tan sólo tiene una respuesta "Que sigan tocando hoy me parece directamente un milagro. No han tenido nunca un éxito masivo, pero ahí están todavía", opina.Testigo directo de los vaivenes del mercado, Ojeda lamenta la escasa atención que se les presta hoy en Málaga al sonido diferente. "Hay grupos estupendos que no suenan por una falta de apoyo alarmante. La música se ha convertido en un absoluto negocio y todo lo que ponen en la radio está dirigido desde Madrid. No queda ni una pizca de poesía", resume.

Fuente: Málaga Hoy

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